Agujero de Gusano
-Cuando vas por un agujero de gusano debes tomar ciertas precauciones, pequeñas, nada del otro mundo. En primer lugar -ojo con los adrones- no dije ladrones, dije adrones.
-Se desplazan silenciosamente, pero suelen ser destructivos. Recomiendo este último modelo de vanguardia, confeccionado en tela anti radiación de cualquier naturaleza. Es cómodo, liviano y muy chic. Se vende por separado de botas o zapatos, guantes, gafas y sombreros, también anti rayos.
-Los mencionados agujeros comunican espacio tiempo remotísimos -en un plano de veintitrés dimensiones- en forma casi instantánea, desde este, nuestro cosmos cotidiano, al universo de los sueños de poetas -y locos- por supuesto.
-En uno de estos viajes, me encontré con los famosos enanos verdes, curiosos los tipos. Su característica principal es que son verdes por todos lados, el pelo no, porque no tienen. Son todos cabezones, unos más que otros, con unos ojos inmensos, que cuando te miran te llegan al alma. Algunos son súper buena onda, la mayoría, pero otros son mala leche, mejor cambiar de agujero si uno los ve venir, como hacen los conejos.
-Marcianos no he visto nunca, tal vez nuca existieron o quizá existieron mucho tiempo antes que nosotros o quizá nosotros lo somos. En la Nebulosa de Andrómeda me encontré a un tipo que aseguraba que -haciendo un viaje a través de los mencionados agujeros- fue a parar a una dimensión atrasada del tiempo, donde ocurría recién lo que ya había sucedido con los marcianos, entre paréntesis, los enanos verdes no tienen nada que ver con los marcianos.
-Según este individuo los marcianos vivían felices en Marte hasta que se les acabó el oxígeno o el agua o las dos cosas juntas. Entonces se vinieron a la Tierra y la poblaron para repetir los errores de sus antepasados. Mala cosa, porque entonces los marcianos la cagaron dos veces, lo que es mucho decir para seres de ciencia ficción.
-Me encontré un fierrito con el cual estoy haciendo un hoyito en la pared estoy a punto de terminarlo. Creo que no haré ninguna inauguración, ni celebración, por la construcción de este agujero de gusano. La idea me surgió de una manzana que me regalaron –que al primer mordisco encontré un sabor raro- interrumpí a un gusano construyendo su agujero. Yo tengo el cuidado de mirar en todas direcciones para asegurarme que no venga algo con dientes en mi dirección.
-Con mi creación pienso conectarme con lugares de los universos que nadie sospecha, sólo yo sé que es obligatorio que existan. Por ejemplo, debe existir un planeta en que los ríos sean de mermelada de moras y las montañas de malvavisco. Y tiene que existir, también, uno donde toda la gente sea feliz, ¿será mucha imaginación?
-Ya queda muy poco que horadar, ya veo el jardín del psiquiátrico.
Fin
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